Eva Pascoe y Gene Teare; dos estudiantes inglesas en 1994 idearon una forma de cambiar el sistema de una cafetería convencional para ofrecer algo que para los usuarios fuera diferente e interesante. Tan solo la idea de poder tomar un rico café y un aperitivo mientras se navega en Internet, se envían correos electrónicos o simplemente se hacen trabajos en una novedosa Computadora Personal le dio la vuelta al mundo rápidamente al grado de que muchos inversionistas se vieron seducidos por la idea y poco a poco fue tomando un rumbo inalcanzable.
Eva Pascoe dice que la idea se le vino a la cabeza cuando a principios de los años 90 pasaba mucho tiempo lejos de su familia trabajando en sus estudios de PhD, en ese tiempo era de las pocas personas que tenia acceso a una cuenta de correo electrónico, servicio puramente académico por aquellos días y como nadie más en su familia tenia dirección de correo electrónico pues debía gastar cantidades considerables de dinero en cuentas telefónicas. Un día, sentada en un Café cerca a su universidad, pensó que podría ser divertido poder venir a esta tienda con su computador portátil y enviar correos mientras se tomaba un descanso en su rutina habitual, echo un vistazo al rededor y pudo reconocer algunos amigos, que sabia tenían conexión a Internet desde sus casa, luego hablando con ellos pensaron en como sería tener conexión permanente a Internet desde un café y pagar una pequeña tarifa para poder intercambiar mensajes con sus amigos y familiares, enviar correo y tener mensajería instantánea.
Tres meses después abrieron el primer café Internet en Londres, solo tenían un problema, su máquina para preparar capuchinos podía preparar uno cada 2 minutos, por eso la gente se entretenía en Internet mientras esperaba que su café llegará. Desde ese momento el corazón de Londres fue el lugar que vio nacer esta historia, el primer Cibercafe se llamaba “Café Cyberia”; en el número 39 de Wiltshire Road, a lado del Centro Barrio Londinense de Tottenham Court Road; abría sus puertas a principios de Septiembre de 1994, poco tiempo después múltiples famosos como el mismo Mick Jagger se vieron atraídos por el concepto y se acercaron terminando como inversionistas.
A una velocidad sorprendente se desarrollo el negocio, de tal forma que Café Cyberia fue vendido a unos potenciales inversionistas de Corea del Sur, mismos que lo bautizaron con un nuevo nombre: BTR Internet Café. Poco a poco se colocaron sucursales dentro y fuera del Interior del Reino Unido, una de las primeras fue el del Centro Georges-Pompidou de París.
Con el paso del tiempo y las nuevas tecnologías, los cibercafés se han multiplicado considerablemente, se estima que existen en el mundo cerca o más de 20,000 cibercafés, negocios que en su mayoría se distinguen por ofrecer ordenadores competentes, altas velocidades de conexión a la Red y demás servicios que permiten realizar las tareas necesarias para las escuelas, el trabajo, distracción y demás usos que el visitante pueda encontrar.
Con el tiempo se ha ido facilitando la forma de obtener ordenadores y esto ha ayudado a que cada vez más personas adquieren computadoras sin una sola idea de lo que se trata este asunto, lo mismo sucede con los Cibercafés, hoy en día pocos son los cibercafés que aparecen que realmente tienen los conocimientos suficientes como para ofrecer una asesoría o auxilio aceptable para los usuarios que los visiten.
La reputación que los Cibercafés ha sido afectada seriamente; mal servicio, mala atención al cliente, ordenadores no muy actuales, poca limpieza, el personal capacitado no siempre es el que se encuentra dando la cara al cliente, esto deja muy bajo el concepto que el cliente tiene de un Cibercafé, aunque paguen justos por pecadores.
Pero aun existen Cibercafés que se defienden ante todas estas circunstancias y afortunadamente también existen clientes que se percatan de esto y por eso escogen el mejor lugar, hoy en día sigue habiendo Cibercafés que le hacen honor a su nombre, ofrecen café como originalmente se hacia, se encuentran a la vanguardia en lo que ofrecen, y, aun con esto, los encargados o dueños de estos negocios pueden decir que la máquina cafetera sigue siendo la misma.
